un poco de historia...
Los principales grupos de chichimecas que merodeaban por la región eran los caxcanes, tecuexes y zacatecas, los mismos que en 1540-1542 formaron el núcleo que sostuvo la guerra del Mixtón. Los chichimecas formaron una alianza que reunía a los zacatecas, caxcanes y tecuexes y otros grupos menores, para combatir el avance español sobre su territorio.
La colonización pionera de los Altos fue una política de poblamiento que los españoles aplicaron en un área de características muy diferentes de las del centro de México. La región alteña no conoció el desarrollo de una alta cultura indígena, donde los españoles se encontraron con una población campesina altamente especializada y un sistema muy complejo de organización sociopolítica.
Los españoles vivían en sus estancias, ranchos y haciendas, y no podían establecerse en las cabeceras de los poblados habitados por indígenas –sino previo permiso de la Audiencia. Ello explica la ausencia del mestizaje, a la vez que el nacimiento del vaquero o ranchero criollo, fundamentalmente ganadero, prototipo del alteño ya a fines del siglo XVII.
La guerra del Mixtón rompió toda convivencia entre indígenas y españoles. Fue la causa, así, de la ausencia de mestizaje y constituyó el antecedente determinante y fundamental de antropología regional.
La primera característica que salta a la vista de quien por primera vez se acerca a los Pueblos Alteños o escucha hablar sobre ellos, es la ausencia de la población indígena en la zona. Tal idea no es de todo exacta. No es que en los Pueblos alteños no exista población indígena. La hay, sobre todo en los pueblos, mucho más que en las rancherías – distribución debida a las razones históricas como la propia guerra del Mixtón de 1540 a 1542, la epidemia de “cocoliste de 1556, que diezmó inmisericordiosamente a la población indígena, contribuyó notablemente a su reducción. Lo que no se advierte es el mestizaje, al menos en tan alta y notoria incidencia como la mayor parte del resto del país, en cuyas ciudades se ha producido una fusión de razas notables a simple vista. Por el contrario, la ausencia de mestizaje en las familias criollas de los pueblos alteños es tan bien inmediatamente perceptible
domingo, 6 de diciembre de 2009
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